martes, 18 de noviembre de 2014

Entrevista a Tania Panés

"Tú me das el tema, yo escribo el poema"

Tania y Alejandro son dos hermanos que han devuelto la magia a las calles de Madrid al escribir poemas a máquina durante horas y venderlos a cambio de otros poemas, dibujos o una aportación económica.


Tania viajó a París para estudiar el último año de la carrera y después a Sudamérica, donde vendía en la calle macramé, artesanías y collares, por lo que ya tenía algo de experiencia en lo que a pasar horas en la calle se refiere. Terminó los estudios en Perú con una beca y se quedó allí viajando. Ha estado en Ecuador, Colombia, Venezuela, Chile y navegando tres meses en un velero por el Caribe.

Tania Panés


¿De dónde sale “Momento Verso”?

Todo empezó en París. Vino a visitarme mi hermano porque yo estaba de Erasmus estudiando Historia del Arte. Entonces, un día fuimos al  Museo de Arte Contemporáneo Pompidou y en la plaza vimos a un chico que estaba escribiendo y ponía “Poeta público”. Nos acercamos a hablar con él y nos hicimos muy amigos. Él es poeta, se llama Antoine Bérard y llevaba cuatro años escribiendo a máquina en París.

Al volver a Madrid, mi hermano se compró una máquina de escribir y comenzó a hacer lo mismo durante un año y medio él solo. Al cabo del tiempo, volví de mis viajes de estudios y desde mayo llevo escribiendo públicamente.

Cuando os dan un tema, ¿qué soléis escribir?

Muchas veces es inevitable no hablar de uno mismo cuando está escribiendo. Alejandro trabaja más con las palabras, se va imaginando ramificaciones del poema. Yo trabajo más con imágenes. Ambos tenemos diferentes maneras de enfocar los poemas, pero inevitablemente hablas algo de ti, de las experiencias y vivencias que has tenido.

¿Cómo definiríais la poesía que hacéis?

Siempre me refiero a ello como poesía instantánea, que no automática como la de André Breton. Es un poco dejarse llevar y no pensar demasiado el poema. No querer hacer el poema perfecto. La idea es que salga al momento y que te inspire la persona que tienes delante.

Cuando tengo que hacer poemas exprés porque la gente tiene prisa también tiene su punto curioso, porque suelen salir cosas interesantes.

 ¿Cuáles son vuestras influencias?

Al final, todo lo que acabas leyendo o viendo termina siendo una influencia, como la estructura de los textos de Saramago. Lo mismo me leo un libro de un autor y al día siguiente salen cosas como las suyas. Pero no tenemos una influencia determinada. Quizá nuestro “modelo” a seguir es Antoine Bérard.


¿Teméis a la crítica?

En absoluto, porque de hecho las críticas son buenas. Alguna vez nos ha pasado que después de escribir un poema a alguien no les ha gustado. Pero a mí me vienen bien, porque las críticas son constructivas.

"Es un poco dejarse llevar y no pensar demasiado el poema. No querer hacer el poema perfecto"

¿Cuál ha sido el tema más complicado que os han propuesto?

Medicina nuclear. El señor era radiólogo y me pidió radiología y medicina nuclear. Fue un reto y me gustó, la imaginación da para mucho y a veces no sabemos cuánto.

¿Cómo pensabais que sería recibida vuestra voz?

Cuando comenzó mi hermano, él no sabía cómo iba a ser la recepción por parte de la gente. Pero una propuesta así siempre es interesante, porque es jugar con las palabras.

Cuando yo me puse hacerlo ya tenía la experiencia de mi hermano, pero nunca sabes lo que te puedes encontrar.

¿Las redes sociales os han abierto las puertas o simplemente el boca a boca?

De momento el boca a boca. Tenemos gente en Facebook y un blog, pero por ahora contactan con nosotros personas que nos han visto por la calle o el boca a boca.

¿Qué sería de vuestra vida y de nuestra literatura sin Internet?

Internet es una herramienta maravillosa, nos permite expandirnos y compartir, pero también es muy peligrosa, sobre todo con las Redes Sociales. Pero en temas de poesía por ejemplo, es muy importante porque se encuentra la mayor parte de los poemas de los escritores de hoy en día en web y blogs.

En nuestro caso, si Internet no existiera no tendríamos ningún problema, porque hacemos poesía callejera.

¿Dejarías de lado ir por la calle con la máquina de escribir tras publicar o especializaros en algo alternativo?  

La finalidad de lo que escribo no es publicar, lo hago porque me gusta, quiero escribir un libro. No es un sueño que lleve pensando mucho tiempo, pero me gustaría mucho realizar el proyecto y verlo materializado, plasmar una etapa.


¿Podríais citarnos algún poema de los que os sintáis más orgullosos de haber escrito?
“El que se atreve a prohibir es porque está escondiendo algo.”
“La amistad es amor sin pensar en cuándo pedir la cuenta."
“Ella inventó un mundo donde la única verdad era el sonido que emiten las ballenas.”




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